martes, 17 de noviembre de 2009

YA REGRESAMOS.........................



UN SALUDO A A TODA LA COMUNIDAD C DE LA BIBLIOTECA VISRTUAL DE LA MACOVI, EL DIA DE HOY YA ESTAMOS DE VUELTA PUES EL ENCARGADO DE LA BIBLIOTECA ESTUVO UN POCO ENFERMO Y POR ESAS CAUSAS NO SE ESTUVIERON PUBLICANDO COSAS DURANTE DOS SEMANAS DE CUALQUIER MANERA YA ESTAMOS EN LINEA EL DIA DE HOY SE ENTREGARON LOS PREMIOS A LOS ALUMNOS QUE ENVIARON SUS CALAVERAS, RECUERDEN QUE EL PROXIMO CONCURSO ES PARA QUIEN ENVIE CORRIDOS MEXICANOS NO LO OLVIDEN AQUI ESTA LA PRIMERA PARTE DE LA HISTORIA DE LA REVOLUCION MEXICANA.

SALUDOS A TODOS.

Antecedentes

Protesta en las oficinas del periódico antiporfirista El hijo de El Ahuizote en 1903.A pesar de que se considera que la Revolución inició con el levantamiento de Francisco I. Madero, durante el mandato de Porfirio Díaz, hubo diversas sublevaciones de personas que pertenecían al antiguo régimen del porfiriato; sin embargo estas fueron intentos de golpe de estado, sin que hubiera realmente una ideología de cambio político, social o económico.

Algunas de las más importantes fueron:

1876: Mariano Escobedo
1877: Pedro Valdés
1878: Lorenzo Hernández, Javier Espino
1879: Miguel Negrete, Manuel Carreón, Francisco A. Nava, José del Río
Desde principios del siglo XX, hubo un cambio en la conciencia política de México; muchos mexicanos consideraban que era necesaria una participación del pueblo en la vida política de México, y estimaban urgente que se emprendieran reformas sociales en el país. Fue hasta 1901 cuando surgieron los llamados Clubes Liberales, en los que se agruparon jóvenes y políticos de tradición liberal jacobina. En ese mismo año se celebró el Congreso Liberal en San Luis Potosí promovido por Camilo Arriaga a través de Club Liberal “Ponciano Arriaga”..

Durante 1902 y 1903 se llevaron a cabo múltiples protestas contra la reelección de Díaz, que fueron violentamente reprimidas. Una de las acciones más destacadas fue la pancarta con la leyenda "La Constitución ha muerto..." en las oficinas del periódico El hijo de El Ahuizote. La libertad de prensa y asamblea, garantizadas en la Constitución de 1857 fueron suprimidas, además de que las condiciones de miseria y explotación de obreros y campesinos eran perpetuadas por las concesiones a empresas extranjeras, latifundios y tiendas de raya fomentadas durante el Porfiriato.

Un grupo de liberales, entre los que se encontraban los hermanos Flores Magón, comprendieron que Díaz no dejaría la presidencia a través de una derrota electoral. Este grupo consideraba que la dictadura se sostenía por la fuerza de las armas y sólo por la fuerza de las armas podría caer. Por esta razón, cuando los liberales salieron de la cárcel en 1904, y se exiliaron en los Estados Unidos, se crearon dos tendencias: una que proponían reformar sólo las estructuras políticas y otros buscaban estallar la revolución social; estos últimos comenzaron a organizar en 1905 el Partido Liberal Mexicano (PLM) que hizo público su programa al siguiente año en San Luis, Missouri.

En 1906 comienzan a organizarse las primeras insurrecciones promovidas por el PLM contra la dictadura de Porfirio Díaz. El PLM programó un levantamiento armado para el 16 de septiembre de ese año , en el aniversario de la Independencia de México, sin embargo la sublevación fue descubierta por la policía porfirista y detectives estadounidenses de la Agencia Pinkerton, contratados por el gobierno de Díaz. A pesar de que el levantamiento armado general fue postergado, en ese año acontecieron sucesos que después fueron considerados precursores del levantamiento de 1910:

1 de junio: Huelga de Cananea en Sonora contra la "Cananea Consolidated Copper Company", reprimida con un saldo de 23 muertos y 22 heridos, más de 50 personas detenidas y cientos de desplazados.
1 de julio: Programa del Partido Liberal Mexicano difundido en el periódico Regeneración.
30 de septiembre: Rebelión de Acayucan, Minatitlán y Puerto México, Veracruz, reprimida por el ejército.

El periódico Regeneración de los Flores MagónEn los Estados Unidos y varios Estados de la República, los miembros del Partido Liberal Mexicano aumentaron sus actividades públicas y clandestinas, volvieron a editar periódicos como Regeneración –que llegó a imprimir hasta 28.000 ejemplares – y formaron sociedades secretas para preparar e incitar la lucha armada. Las ideas de este partido inspiraron varios rebeliones, tales como el estallido de la Cananea, Sonora en 1906; el asalto a la Aduana de Nogales, así como los actos de rebeldía que aparecieron también en 1906, en Jiménez, Coahuila; la Acayucan, Minatitlán, Puerto México y Chinameca en Veracruz y de levantamientos armados en varios sitios de Coahuila y Chihuahua, seguidos de la rebelión obrera de Río Blanco en 1907.

En el campo de la cultura destacó, el Ateneo de la Juventud, que a partir de 1908 emprendió una labor crítica contra el positivismo educativo implantado desde Benito Juárez y sostenido como doctrina oficial por el Porfiriato. El Ateneo se rebeló igualmente contra lo que consideraba limitaciones al desarrollo de la personalidad humana. Militaron en él hombres de la generación anterior como los poetas Luis G. Urbina y Enrique González Martínez, y de la nueva promoción: Antonio Caso, José Vasconcelos, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes Ochoa, Julio Torri, Jesús T. Acevedo, Alfonso Cravioto y Ricardo Gómez Robelo.

La Entrevista Díaz-Creelman
Las ideas de reforma y cambio político encontraron un fuerte impulso cuando Porfirio Díaz fue entrevistado por James Creelman, redactor del Pearson´s Magazine, en marzo de 1908. En dicha entrevista Díaz le expresó al periodista norteamericano que, en su opinión, el pueblo mexicano ya estaba apto para la democracia, y él prometía retirarse a la vida privada una vez que concluyese su período de gobierno en 1910:

“He esperado con paciencia el día en que el pueblo mexicano estuviera preparado para seleccionar y cambiar su gobierno en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas, sin perjudicar el crédito nacional y sin estorbar el progreso del país. Creo que ese día ha llegado. Si en la República, agregó, llegase a surgir un partido de oposición, lo miraría como una bendición y no como un mal, y si ese partido desarrollara poder, no para explotar, sino para dirigir, yo lo acogería, lo apoyaría y me consagraría a la inauguración feliz de un gobierno completamente demócrata…”.
La entrevista provocó distintas reacciones. Algunos mostraron un gran interés en la posibilidad de unas elecciones, mientras que otros creían que el presidente quería provocar una corriente favorable a su causa que le permitiera seguir en el poder, e incluso algunos creían que la entrevista era una trampa que Díaz había tendido a sus enemigos.

El Partido Liberal Mexicano continuó su intento por organizar la lucha armada para derrocar a Díaz; en el verano de 1908, incursionaron grupos armados en los poblados de Viesca, Las Vacas (hoy Acuña) en Coahuila y la aduana de Puerto Palomas (Chihuahua) en Chihuahua. Pero volvieron a ser derrotados.

Surgimiento de Partidos
Después de que se anunciara la posibilidad de un cambio político surgieron 2 grupos principales de tendencia revolucionaria: el Partido Nacional Antirreeleccionista y el Partido Democrático, mientras que los grupos de tendencia porfirista, como el Partido Nacional Porfirista y el Partido Científico optaron por reorganizarse para actuar mejor ante la inminencia de una campaña electoral. Otra agrupación que también se desarrolló con cierta amplitud fue el Partido Reyista.

En el Partido Democrático se encontraban personas que encontraban preferible que Porfirio Díaz siguiera al frente del poder, pero creían que era necesario que se buscara un candidato distinto a Ramón Corral para la Vicepresidencia de la República, como lo manifestaron en abril de 1909; sin embargo este partido no alcanzó la popularidad necesaria y fue disuelto. Ante esta situación, el Partido Científico presentó como Candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, a Porfirio Díaz y a Ramón Corral, respectivamente.

En mayo de 1909 estaba funcionando ya el centro Antirreeleccionista, en cuyas filas se hallaban personas que poco más tarde iban a tener una importante actuación política, tales como: Francisco I. Madero, Emilio Vázquez Gómez, Toribio Esquibel, José Vasconcelos Calderón|José Vasconcelos]] y Luis Cabrera. El primero de ellos, Madero, ya se había hecho célebre para entonces, debido a la publicación su libro titulado “La Sucesión Presidencial en 1910”, en el que hizo un estudio de la situación política mexicana, con cierto criterio revolucionario.

El Partido Reyista, sin tener propiamente un programa doctrinal completo, comenzó a trabajar para presentarse a las elecciones con dos candidatos: el General Porfirio Díaz para la presidencia y el General Bernardo Reyes para la Vicepresidencia, sin embargo Porfirio Díaz lo comisionó con un pretexto de tipo militar para ir a Europa, dejándolo fuera de la escena política. El Partido Reyista se disolvió y sus miembros formaron el Partido Nacionalista Democrático, que participó junto con el Partido Antirreeleccionista, en la Convención Nacional Independiente, que tuvo lugar en la Ciudad de México en abril de 1910.

Para dar impulso y vigor al partido y a la Convención, Francisco I. Madero realizó una gira por algunos Estados de la Nación, lo que logró despertar entusiasmo en algunos y aumentó el número de integrantes de la Convención. Una vez instalada plenamente, se puso a discusión el tema de las elecciones y se resolvió presentar como candidato a la Presidencia de la República a Francisco I. Madero, y como candidato a la Vicepresidencia a Francisco Vázquez Gómez, antiguo médico de Porfirio Díaz, de quién se había distanciado políticamente para entonces. Al mismo tiempo que se lanzaba esa fórmula de Madero-Vázquez Gómez, los convencionistas elaboraron un programa que iba a servir como bandera de lucha, y en la cual los principios de “no reelección” del Presidente y de los Gobernadores, y de “Sufragio efectivo”, eran esenciales.

Plan de San Luis
En su calidad de candidato a la Presidencia de la República, Francisco I. Madero realizó una nueva gira política por la República, despertando un gran entusiasmo a favor de sus planteamientos de oposición al régimen de Porfirio Díaz, enfocadas a lograrlo no por la violencia, sino por la participación de los ciudadanos en las elecciones. El gobierno se alarmó a la vista de tal situación y aprehendió a Madero, acusándolo de delitos de ultrajes a la autoridad y de intento de rebeldía en Monterrey, conduciéndolo después San Luis Potosí para que se siguiera el proceso correspondiente; su defensa logró que saliera libre bajo caución, con la condición de que no abandonara la ciudad. En este ambiente tenso tuvieron lugar las elecciones a mediados de 1910, en las que se presentaron diversas irregularidades y resultaron electos Porfirio Díaz y Ramón Corral, que ocuparían los cargos de presidente y vicepresidente respectivamente para el periodo 1910-1914.

Al darse cuenta de que una solución pacífica era imposible, Francisco I. Madero, dispuesto a iniciar un levantamiento armado, se fugó de San Luis Potosí hacia San Antonio, Texas, donde proclamó el Plan de San Luis, el 5 de octubre de 1910, en el que declaró:

“Haciéndome eco de la voluntad nacional, declaro ilegales las pasadas elecciones y quedando por tal motivo la República sin gobernantes legítimos, asumo provisionalmente la Presidencia de la República, mientras el pueblo designa conforme a la ley a sus gobernantes”.
Acto seguido, señaló en el artículo 7 de dicho plan, “El 20 de noviembre, desde las seis de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente nos gobiernan”. Ese día, sin embargo, prácticamente no sucedió nada, a excepción del levantamiento por parte de Toribio Ortega y un grupo de 60 caudíllos en Cuchillo Parado, Chihuahua el día 14 y en Puebla el día 18. El resto de los brotes rebeldes estallaron en los días subsiguientes.




La lucha armada
El gobierno porfirista se apresuró a acabar con los centros Antireeleccionistas que más peligro implicaban, tomando disposiciones en contra de dichos centros en la Ciudad de México y Puebla de Zaragoza|Puebla. En esta última ciudad, se recibieron informes de que en la casa de Aquiles Serdán, quien encabezaba a los antireeleccionistas, se encontraban individuos con armas, por lo que la policía se aprestó a hacer un cateo el 19 de noviembre de 1910. Sin embargo, cuando los gendarmes llegaron se les hizo fuego, muriendo en el acto Miguel Cabrera, Jefe de la Policía en Puebla, y prolongándose el tiroteo por mucho tiempo lo que hizo necesaria la intervención del ejército para sitiar la casa y ocuparla finalmente.

El 20 de noviembre de 1910, según lo planeado, Madero cruzó la frontrera entre Estados Unidosy México para iniciar la revuelta en Ciudad Porfirio Díaz (hoy Piedras Negras, Coahuila), pero no tuvo éxito y le fue preciso regresar a territorio estadounidense. A pesar del aparente fracaso, durante las semanas siguientes cambió el panorama y la revuelta comenzó a extenderse a lo largo de la República Mexicana, mientras que se hacía notar la influencia de los Estados Unidos, que favorecieron al maderismo al movilizar veinte mil soldados hacia la frontera mexicana para "mantener la neutralidad", y enviar barcos de guerra a distintos puertos mexicanos del Golfo, creando una presión para el gobierno porfirista.

Entre los jefes rebeldes que se lanzaron a la rebelión en ese entonces, pueden mencionarse los siguientes; Emiliano Zapata, Ambrosio y Rómulo Figueroa, y Manuel Asúnsulo en Estado de Morelo Morelos; Salvador Escalante y Ramón Romero en Michoacán y Jalisco; Gabriel Hernández (militar)Gabriel Hernández en Estado de Hidalgo|Hidalgo y Pascual Orozco en Chihuahua, entre otros. En Chihuahua (estado)Chihuahua las acciones de Abraham González Casavantes Abraham González fueron determinantes durante los primeros días del movimiento.

A su vez, cuando estalló la revuelta política encabezada por Francisco I. Madero, los Confederación de Grupos del Ejército Liberal|guerrilleros del Partido Liberal Mexicano actuaron en forma independiente, sobre todo en los Estados del Norte ya que la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano Junta Organizadora del PLM operaba en el exilio desde Los Ángeles, California.

El PLM consideraba que para mejorar las condiciones de los obreros y campesinos no bastaba derrotar a Díaz y cambiar de presidente. Así, el PLM no aspiraba una revolución política, como Madero, sino una revolución social y sobre todo económica; consideraban abolir el Poder político, no ejercerlo; su objetivo era la autoemancipación y el autogobierno.[1]

Fin del Porfiriato
El ministro de Hacienda, José Yves Limantour, que se encontraba en Europa, regresó a México, vía Nueva York donde los revolucionarios se entrevistaron con él y le entregaron proposiciones para que las pusiera en manos del General Díaz, a fin de llegar a un acuerdo. Limantour, al mismo tiempo, quedó muy impresionado por la actitud hostil del gobierno de Estados Unidos hacia Porfirio Díaz pues le reprochaban al gobierno mexicano la entrada de capital europeo en el país. Una vez llegado a México, Limantour exhortó a Porfirio Díaz a efectuar diversos cambios y reformas políticas al país. Varios emisarios de Díaz se entrevistaron con los rebeldes y se convino un armisticio, pero como no se pudo llegar a ningún acuerdo. Los rebeldes, comandados por Pascual Orozco en el Norte atacaron Ciudad Juárez, que cayó en mayo en 1911, desde allí Madero envió un telegrama exigiendo nuevamente la renuncia de los dos líderes del país.

El 21 de mayo de 1911 se celebraron los Tratados de Ciudad Juárez, entre delegados porfiristas y revolucionarios, en donde se aceptaba la renuncia de Porfirio Díaz y de Ramón Corral después de 30 años de haber gobernado el país. El día 25 renunciaron a sus cargos, marcando el fin del porfiriato. Porfirio Díaz salió de la capital y se embarcó en Veracruz rumbo a Europa, en donde murió el 2 de julio de 1915, en la ciudad de París.

Pese a las diferencias ideologicas, fuerzas del PLM y maderistas, habían cooperado para derrotar a Porfirio Díaz desde 1910, sin embargo al firmar Francisco I. Madero los Tratados de Ciudad Juárez, muchos de los afiliados al PLM se unieron a su causa, y los que no, fueron fusilados, apresados o perseguidos por los maderistas, ahora apoyados por el ejército federal del porfiriato. La Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano en Los Ángeles no reconoció los Tratados de Ciudad Juárez y continuó promoviendo la lucha armada, con una postura orientada abiertamente al anarcocomunismo, contra todo gobierno, clero y capital.

Entre enero y junio de 1911, la acción más significativa del PLM fue la Rebelión de Baja California, territorio que el PLM tomó con el apoyo de extranjeros socialistas y anarquistas afiliados al grupo Trabajadores Industriales del Mundo en 1911, pero fueron combatidos por los soldados federales —y luego por los maderistas— , quienes los derrotaron finalmente con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos.